La Pastoral Social saluda a toda la Diócesis y a todos los ciudadanos de buena voluntad.
En la República Argentina que vivimos, amamos y servimos como ciudadanos, se manifiesta un clima de violencia y de agresividad social que va creciendo ante la mirada impotente del argentino de a pie y de algunas áreas del Estado. El desprecio por la ley nos lleva a la confusión y división, a la prepotencia del más fuerte.
La Constitución, carta magna argentina, debe ser marco ineludible e inclaudicable para la vida digna de todos los ciudadanos. Ella es fuente de unidad, remedio ante las divisiones y la violencia.
Las manifestaciones sociales que expresan reclamos justos deben realizarse dentro del marco de la ley y de la democracia. Todos los ciudadanos tenemos derecho al reclamo legítimo pero sin alterar la democracia, la paz social y la ley. La democracia necesita de personas que la respetemos y honremos.
La Nación necesita mujeres y hombres que, dejando atrás el ser argentinos indiferentes, vivamos como ciudadanos responsables y comprometidos con la vida, la verdad, la justicia social y el trabajo digno.
Las instituciones del estado deben ejercer democráticamente la responsabilidad que les fue conferida en la Constitución y por el pueblo argentino, evitando que sus decisiones sean de coyuntura electoral porque empujan la situación social a ser pan para hoy y hambre para mañana”.
Que la Virgen de Luján nos aliente a vivir como hermanos y proteja nuestra Nación Argentina.