En un día de profundo significado para la Iglesia, la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Laborde fue escenario de una conmovedora Misa exequial en honor al P. Bautista «Titi» Carloni, fallecido este miércoles 14.
La Misa, que coincidió con la fiesta patronal de la Asunción de María el 15 de agosto, reunió a fieles, autoridades locales y clero de toda la diócesis.
Mons. Adolfo Uriona presidió la ceremonia, acompañado por numerosos sacerdotes y diáconos.
El P. Herrera ofreció un sentido tributo al P. Carloni, resaltando su dedicación a la Iglesia y su capacidad de conectar con todos: «Gracias por tu entrega a la Iglesia, a las comunidades, gracias por tu alegría y por darte a todos. Podías estar en la casa más lujosa, como en un rancho compartiendo con los pobres».
Se destacó la versatilidad del P. Carloni para relacionarse con personas de todas las edades e ideologías, así como su sinceridad y curiosidad intelectual. «Tu sinceridad era admirable con tus afirmaciones y preguntas espirituales, teológicas, humanas y culturales. Es como si hubieras querido saber todo», señaló el P. Herrera.
El amor del P. Carloni por su comunidad fue un tema central en la homilía: «Solías confirmar que el sacerdote que no ama a su pueblo debe irse. Y vos amaste las comunidades donde estuviste, pero definitivamente tu amor fue Laborde y Escalante».
Se recordó su dedicación a los sacramentos, la liturgia y las novenas, así como su disposición servicial: «Fuiste hermano de todos, dispuesto y servicial, padre de todos. Te hiciste todo de todos, todo para todos. Fuiste un buen pastor que conocía y escuchaba a su pueblo».
La homilía concluyó con una imagen conmovedora del P. Carloni siendo recibido en el cielo por la Virgen María, sus familiares y otros sacerdotes fallecidos. «Gracias P. Carloni y feliz fiesta patronal. Andá y sé libre, libre como un pájaro, con Jesús por toda la eternidad, de parte de todos los que te amamos» expresó.
Tras la ceremonia, la comunidad acompañó los restos del P. Carloni al cementerio local.
Agradecimientos a María de los Angeles Bearzotti y Alvaro Arroyo.