Participación diocesana en el Encuentro Nacional de Animadores de la Formación Permanente

Con la coordinación del Secretariado Nacional de Formación Permanente de los Presbíteros, perteneciente a la Comisión Episcopal de Ministerios (Cemin), del 1° al 4 de julio se llevó a cabo en la ciudad de Villa Cura Brochero el Encuentro Nacional de Animadores de la Formación Permanente.

Con el tema “Cómo vivir el sacerdocio en el actual contexto cultural. Desafíos, oportunidades, interrogantes”, del 1° al 4 de julio se llevó a cabo en la ciudad cordobesa de Villa Cura Brochero el Encuentro Nacional de Animadores de la Formación Permanente, organizado por el Secretariado Nacional de Formación Permanente de los Presbíteros, de la Comisión Episcopal de Ministerios (Cemin).

Las reflexiones estuvieron a cargo del padre Germán Arana Beorlegui SJ, quien desarrolló el tema mediante una aproximación del impacto de la cultura actual en la vida y en el ministerio del sacerdote, el análisis del ejercicio de la autoridad en el ministerio, la vida comunitaria del presbítero, el cansancio como consecuencia de falta de motivaciones adecuadas en las actividades, y la espiritualidad ministerial fuente de fecundidad. Hubo espacios de diálogo y reflexión en grupos espontáneos y por Regiones Pastorales.

El Encuentro de Animadores de la Formación Permanente se realiza cada tres años. Se trata de un servicio pastoral destinado a la participación de obispos, vicarios generales y vicarios del clero, equipos formación permanente, responsables de formación inicial, directores espirituales, profesores de teología del orden sagrado y de espiritualidad sacerdotal. Tiene como finalidad colaborar y animar la tarea de dinamizar y sostener los procesos de Formación Permanente en los presbiterios de las diócesis argentinas.

En esta oportunidad, participaron una docena de obispos y 106 sacerdotes, con variada representación de todas las regiones pastorales de la Iglesia en la Argentina. Invitados por la Cemin, participaron miembros del Equipo Jeremías: obispos, presbíteros y la doctora Ruth Ramasco.

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