Durante el sábado 23, se realizó la sexta jornada de “Los Jóvenes visitan el Seminario”, con la presencia de casi 700 jóvenes de distintos puntos de la Diócesis, y de comunidades de San Francisco, Villa María y La Pampa.
El obispo de la Diócesis, Monseñor Adolfo Uriona, expresó que la jornada significaba una excelente oportunidad para darle gracias a Dios por la respuesta de los jóvenes y por el clima de alegría.
«La importancia de este planteo es que los jóvenes puedan preguntarse cuál es el proyecto de Dios sobre su vida. Hoy, en medio de la barahúnda que vivimos en nuestro mundo, a veces no nos hacemos esa pregunta y por eso los jóvenes están desorientados. Esto ayuda para empezar un camino» señaló Uriona.
Durante el día, hubo momentos de animación, adoración al Santísimo, distintos talleres sobre las obras de Misericordia, testimonios vocacionales, y se culminó con la celebración de la Santa Misa.
En tanto, el Padre Juan Giordano, Vicario de la Diócesis, resaltó que la realización de este tipo de jornadas «es un momento fuerte de espiritualidad para los jóvenes con un estilo juvenil que les atrae mucho».
En ese sentido, resaltó que el evento tenga lugar en «un ámbito especial como es el Seminario que tiene su atractivo» y opinó que esta actividad les permite a los jóvenes encontrarse con la pregunta vocacional.
El P. Ricardo Araya, rector del Seminario Jesús Buen Pastor, recordó que durante muchos años se trabajaba en torno a la idea de que el Seminario visitara las parroquias. «Seguimos pensando que eso es muy importante, pero también se nos ocurrió que las parroquias visitaran el Seminario» contó.
«Buscamos que los jóvenes se encuentren en algún minuto con la Palabra de Dios, con una voz que le suene dentro, y generar un espacio para que Jesús pueda hacerse oír en lo profundo de su corazón» explicó el sacerdote.
Además, Araya comentó que se vuelve necesario generar una «cultura vocacional, donde cada uno de descubra que la vida es una misión, que Dios no nos ha puesto en esta vida, sin un proyecto que hay ir descubriéndolo gradualmente».
Iñaki Martinelli, integrante del equipo vocacional del Seminario, comentó que el lema «Quien es mi prójimo» sirvió de disparador para trabajar sobre las obras de Misericordia, y en descubrir quién es verdaderamente el prójimo.
Por otra parte, Iñaki resaltó que «Los jóvenes visitan el Seminario» ha sido una actividad que fue creciendo en convocatoria durante los años. «Recuerdo que el primer encuentro, vinieron alrededor de 200 jóvenes. Y ahora ya se creó una costumbre de que para esta fecha se realiza el encuentro» precisó.